viernes, 14 de junio de 2013

Los Niños En La Calle

Según cifras del Fondo de Naciones Unidas para la Infancia (UNICEF) en Venezuela hay más de 10 mil niños, niñas y adolescentes desamparados, por lo que parece más que absurdo que en el Día del Niño, los organismos gubernamentales hagan gala de actividades especiales para celebrar esta fecha.

Aunque los niños que viven en las calles son los más afectados, también hay que señalar que en Venezuela existen más de 7 millones de menores de 18 años en situación de pobreza, de los cuales casi 4 millones están en situación de pobreza crítica, a lo que habría que sumarle que, de acuerdo a informaciones del Instituto Nacional del Menor (INAM), hay 305 mil niños, niñas y adolescentes trabajando en la economía formal, más de un millón en la informal y 206 mil en actividades marginales, que van desde el robo hasta la explotación sexual comercial.

Las familias de niños y niñas que van a vivir a las calles son, en general, numerosas, con dinámicas violentas, con antecedentes de alcoholismo, en algunos casos promiscuas y a veces con historias de delincuentes.

Una vez en las calles, los niños son vulnerables a todas las formas de explotación y malos tratos, y lo más probable es que sus vidas estén muy lejos de la infancia que se describe en la Convención sobre los Derechos del Niño. En algunos casos, aquellos que tienen la obligación de protegerlos se convierten en los autores de los crímenes que les afectan. Los niños y niñas de la calle sufren hostigamiento o son víctimas de palizas por parte de la policía, y a menudo se encuentran en conflicto con la ley.

Ante esta triste y agravante realidad que refleja el deterioro de nuestra sociedad, así como la situación de exclusión social y vulneración de todos los derechos a la que está condenada la niñez en situación de calle en Venezuela, se hace necesario estudiar esta problemática, bajo un enfoque de políticas públicas, considerando su especial importancia para todos los diversos sectores y actores políticos y sociales involucrados en el diseño y ejecución de políticas, programas o proyectos efectivos que den solución a este crucial problema de orden público: "El tema de los niños y niñas con experiencia de vida en la calle muestra algunas aristas de las condiciones en nuestro país. Éste es uno de los tantos problemas típicos de nuestra realidad actual. 

Típico porque es un problema de carácter social que incluye a muchos niveles de la sociedad en su gestación y mantenimiento. Porque... está construido, interferido, atravesado por las percepciones provenientes de distintos sectores del país; percepciones que cargan consigo un importante peso subjetivo. Y porque es un problema con tal cantidad de variables interrelacionadas que parece desafiar cualquier comprensión e intervención unilateral.

En consecuencia, esta tarea implica, un arduo y urgente trabajo coordinado y sistemático de los diversos sectores del país - público, privado y no gubernamental - involucrados o vinculados de alguna manera con este problema público. Partiendo de un profundo análisis, reflexión, revisión, seguimiento y evaluación constante y continuo, tanto para la elaboración de categorías conceptuales como para la identificación y mejoramiento de buenas prácticas e intercambio de experiencias, que incluyan no sólo a las y los expertos, profesionales, decisores y ejecutores de políticas públicas, sino también a las y los principales afectados, es decir, la niñez en situación de calle.

A continuación se muestran algunas cifras encontradas en un par de censos realizados en algunos municipios del país:

Municipio Libertador: total de NNA observados 754; total entrevistados 369, lo que representó 48,9 % del total observado. De éstos últimos, 199 fueron categorizados como NNA de calle y 41,1% como NNA en la calle. El porcentaje restante correspondió a la categoría de no respuesta. La causa principal por la que estos NNA llegan a la calle es atribuible a los problemas económicos, seguido de maltratos y drogas.

Según el censo que levantó el Centro de Transición a la Familia de la Fundación Caracas para los Niños, perteneciente a la Alcaldía Mayor, para el año 2006 al menos 300 niños pernoctaban en la calles de la capital del país. En lo que va del 2007 el registro muestra que dicha cifra ha disminuido a 120, sin embargo, sus estudios también revelan que el número de niños consumidores de droga y la presencia de niñas sí han aumentado en comparación con otros años.

Ningún niño escoge la calle

Buena parte de los niños de la calle mantienen algún vínculo familiar y sobreviven robando, pidiendo limosna, vendiendo periódicos o lustrando zapatos para ayudar, de esta manera, a completar los ingresos de sus familias. Son lo que conocemos como niños en la calle.

Sin embargo, otros muchos han roto con todo vínculo familiar y hacen de la calle su modo de vida: los conocemos como niños De la calle. En este caso se trata de menores que viven en grupo con otros chicos, entorno a la figura de un líder, y se apoyan en la prostitución y los pequeños hurtos para sobrevivir.
La mayoría son adictos a las drogas, desde la heroína al pegamento común. En Estados Unidos y en Europa es la cocaína; para los niños y niñas de la calle en Centroamérica es algo mucho más simple pero igual de mortal. Pegamento para los zapatos. Narcóticos de base solvente, fácilmente disponibles y baratos.

¿Oportunidades que tienen los llamados Niños de la calle?

Prisión, prostitución, esclavitud, violencia y muerte son los destinos más habituales que aguardan a los niños de la calle. En Europa (por ejemplo en Bulgaria), las bandas de skinheads cometen ataques racistas contra los niños de la calle rumanos.

En muchos casos han nacido en sociedades castigadas por la brutalidad de la guerra: Angola, Liberia, Guatemala, El Salvador, y por lo tanto han crecido rodeados de una violencia que tratan de imitar. Son antiguos soldados que han asumido la violencia como una conducta normal y pasan a formar parte de los batallones policiales que se encargan de limpiar las calles de los sin techo.

La brutalidad policial está rigurosamente documentada en muchos países, sobretodo en América Latina. Los niños de la calle se convierten así en un objetivo fácil: son el blanco perfecto para justificar la espiral de violencia que ha provocado la progresiva desintegración social. Pero los asesinos uniformados de los niños de la calle no son los únicos responsables.

La asesina más eficaz de estos niños es la indiferencia. Cerca de un millón de menores (sobretodo niñas) ingresan cada año en el mercado de la prostitución infantil, para sobrevivir o colaborar con la economía familiar. El turismo sexual se ha convertido en una industria que mueve billones de dólares. En Mauritania y Sudán, los niños pueden comprarse como esclavos por poco más de 15 dólares.

En líneas generales revelo la complejidad y dificultad de abordar soluciones efectivas para este problema de orden público, como lo es la NSC en Venezuela. Algunas de estas dificultades están relacionadas con los siguientes aspectos:

La ausencia de estadísticas nacionales que revelen la situación actual del problema, lo que indica la invisibilidad de esta población para los gobiernos nacional, regional y local, debido a que cualquier iniciativa de atención que se pretenda implementar debe tener, al menos, una aproximación de la población afectada que le permita definir estrategias de cobertura y calidad en la atención.

La mayoría de las cifras encontradas provienen de instituciones privadas o investigaciones provenientes del ámbito universitario. Las únicas cifras actualizadas, provenientes del sector público y producto de un estudio de la población afectada, fueron las reportadas por el INE en el estudio piloto realizado en el municipio Libertador.

Las iniciativas desarrolladas en el área por instituciones públicas y privadas, en especial las desarrolladas por el sector público, no han sido las más efectivas y eficientes pues de entrada mal podría hablarse de una cobertura mínima o máxima si se desconoce el número total de NNA que actualmente se encuentran en situación de calle.

En relación con la visita a diversas instituciones públicas como el CNDNA y los CMDNA del área metropolitana de Caracas, revelan serias fallas en lo relativo al registro y seguimiento de programas y entidades de atención, dado que la información disponible, en físico y electrónico, está en algunos casos desactualizada y en otros simplemente está errada o no existe.

La definición o construcción de categorías conceptuales que permitan profundizar en el análisis sobre los diversos problemas y dificultades que confronta la población afectada no es tarea fácil. Requiere como punto de partida definir categorías que eviten su estigmatización y discriminación, así como considerar la percepción que estos NNA tienen sobre ellos mismos y sus problemas.

La existencia de la NSC en el país, constituye un problema público que requiere políticas públicas efectivas, eficientes, eficaces e inmediatas por parte del Estado venezolano. Éstas deben ser producto de un estudio amplio e incluyente en el que se considere no sólo la participación, el aporte y la experiencia acumulada por diversas instituciones públicas y privadas que han trabajado en el área, sino también la de los y las NNA con experiencia de vida en la calle. Adicionalmente, deben garantizar alta calidad en los servicios que se ofrezcan, amplia cobertura y contemplar desde su fase inicial la definición de objetivos susceptibles de medición, seguimiento y evaluación.

Finalmente, a través de este artículo, se invita y exhorta a los distintos sectores vinculados con la protección y atención de la infancia y adolescencia en Venezuela, en especial a las instituciones del sector público, a desplegar de manera coordinada y sistemática las siguientes acciones:

a) Reconocer la existencia de graves y diversos problemas que confrontan un número indefinido o desconocido de NNA en situación de calle en el país.
b) Reconocer la complejidad de los problemas que confronta esta población, lo cual requiere de un trabajo continuo, sistemático y planificado con la participación y articulación entre los diversos actores involucrados.
c) Elaborar un censo nacional por municipios en donde se identifiquen las características socioeconómicas de la población afectada. El hecho que se desconozca, a ciencia cierta, la cantidad de NNA que se encuentran en situación de calle no hace el problema irreal o inexistente, basta con hacer un breve recorrido por algunas de las principales calles y avenidas de algunos centros urbanos del país para verificar su presencia.
d) Construir acuerdos y alianzas entre todas las organizaciones públicas, privadas y no gubernamentales para el desarrollo de acciones conjuntas e incorporar como actores activos a la familia y la sociedad, tal como lo establece la LOPNNA, en la producción y solución del problema. Esto implica reconocer que estos NNA están allí porque estamos fallando como sociedad, porque no estamos cumpliendo con las obligaciones y compromisos adquiridos con organismos y convenios internacionales como UNICEF y la Convención sobre los Derechos del Niño, así como con lo establecido en la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela (1999), en la LOPNNA (2007) y en otras leyes vinculadas con la protección y atención de la infancia y la adolescencia en nuestro país.
e) Desarrollar e implementar sistemas de seguimiento y evaluación que permitan identificar y reconocer los errores cometidos e iniciar acciones orientadas a superarlos o subsanarlos, en pro de mejorar la calidad de la atención ofrecida a todos los y las NNA con experiencia de vida en la calle.
f) Diseñar, implementar, seguir y evaluar políticas públicas o programas de amplia cobertura y calidad en los servicios ofrecidos, pues atender o prevenir los diversos problemas que confronta la Ninez en Situacion de Calle o riesgo social en Venezuela, requiere de profesional altamente especializado en múltiples áreas clave, como por ejemplo: atención psicológica, educativa, nutricional, legal, salud, entre otras.
g) Identificar y apoyarse en la experiencia acumulada por instituciones nacionales e internacionales que han obtenido resultados efectivos en materia de atención y prevención de los diversos problemas mencionados.
h) Utilizar un lenguaje inclusivo y con enfoque de género en la definición de algunas categorías que hacen referencia a las y los NNA que atraviesan diversas dificultades o se encuentran en situación de riesgo.

i) Dar dinero al niño de la calle no agudiza drama social

Debemos recordar siempre que el niño es niño y que en ninguno de los casos se le debe dar la espalda, es preferible darles comida (que coman delante de nosotros) o ropa que dinero porque son situaciones que ellos no son capaces de sobrellevar solos ademas es muy probable que sea mal utilizado por su progenitor, es importante ir tomando en cuenta que hoy somos lo que somos porque algún día fuimos niños, el llamado es a la conciencia.

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